El SEAT Ibiza utilizó la plataforma de Ronda – ganó en espacio interior-, pero su peso lo traicionó para efectos de consumo de combustible y tenía una dirección muy dura. En cuanto a su motorización, se construyeron tres propulsores a gasolina: uno de 1.2, y dos de 1.5 litros con doble carburador -System Porsche- y un Diésel de 1.7, que erogaban 62, 83, 88 y 54 caballos de fuerza, respectivamente.
El contar con "techo solar" – gran valor agregado para los 80’s- y otros accesorios eléctricos en su interior, lo hicieron más popular en España y Europa.
Tuvo varias versiones especiales en las que se destacaron la Paco Rabanne - Edición limitada de 50 unidades-, y la Olímpica con motivo de las justas de verano realizadas en Barcelona en 1992.