Conocida como R33, la cuarta generación hizo su debut en 1995 con el mismo motor twin-turbo de 2.6 litros asociado a una caja de cambios de cinco marchas, aunque con algunas modificaciones. Para comprobar su superioridad, el GT-R con 280 hp acudió a la pista de Nürburgring para registrar su vuelta más rápida con un tiempo de 7 minutos y 19 segundos.