Se trata de la segunda generación de vehículo que permitió a la firma de Ingolstadt hacerse notar en la arena de los autos deportivos. Además de estrenar un diseño de perfiles más marcados y angulosos, el R8 adopta un nuevo chasis 23% de fibra de carbono y 77% de aluminio que no solo lo hace más ligero, sino también más rígido. La potencia para la versión tope de gama (V10 Plus) llega hasta los 610 hp producto de un motor V10 de 5.2 litros.
Como no podía ser de otra manera, la tracción es a las cuatro ruedas vía el sistema quattro que recibe la potencia de una nueva transmisión S-Tronic de 7 velocidades.